sábado, 26 de noviembre de 2011

Cómo se hizo...

Una vez más, me dispongo a cumplir la promesa que hice.


Seguramente, los que hayáis hecho rakú desnudo no coincidáis completamente con mi forma de hacerlo (o tal vez sí...)

Esta técnica en cuestión, para los que no lo sepáis, consiste en aplicar sobre una pieza bizcochada, un engobe de reserva y un esmalte que craquele (o sea, que se raje o fisure). Se mete al horno y se saca al rojo. Se deja craquelar el esmalte al contacto brusco con el aire y se le hecha serrín para que el humo entre por las grietas que se han hecho en el esmalte y dejen su rastro negro. Después, se le moja para que el engobe de reserva salte junto con el esmalte. El resultado: piezas blancas y negras. Este es un breve resumen:



Y aquí algunas piezas de rakú desnudo:


Vista desde arriba.








Vista desde arriba


Para terminar, os muestro detalle de la diferencia entre aplicar un esmalte y otro, a la misma temperatura (800º). En ambos casos, sólo se han hecho unas rayas con un palillo sobre la preparación (engobe + esmalte):

Con CQ3
Con ATP/14/1













 
Espero que os haya gustado. A mí, personalmente, el tema en cuestión me ha picado... y por supuesto, ya lo he empezado a aplicar a mis animalillos...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Empezando con el rakú desnudo.



Bueno, pues siguiendo con la entrada anterior, he aquí el hornete con alguna de las piezas preparaditas para hacer el rakú desnudo (o naked raku).

(De verdad que en otra entrada os cuento como las preparo...)





Se prende el horno y cuando estan al rojo, se sacan.

Al contacto con el aire, el esmalte que tiene por encima se craquela (se fisura).




A continuación, tras esperar un poquito, se echa serrín por encima de la pieza, que con el calor que tiene se prende y ahuma. Con esto se consigue que el humo se meta por las grietas que se hicieron antes.





Lo siguiente, cuando está como queremos de ahumado, es hacer saltar el engobe (que está debajo del esmalte que se craqueló) echándole agua poquito a poco.
Perdonad, pero de este momento (tan bonito de ver en vivo) no tengo más que esta foto de una pieza de prueba. De todas formas, creo que ilustra lo que sucede.

Con todo esto, lo que conseguimos es una pieza brillante blanca y negra, con o sin dibujos y con los caprichos del humo.


Estos son algunos de los resultados (como aperitivo). Espero que os gusten:






viernes, 4 de noviembre de 2011

No hay dos sin tres...



Bueno, pues ya liados a hacer hornos, nos hemos hecho este hornete para rakú.




En el encuentro que tuvimos en verano en Baños de Montemayor (ver entrada), estuvimos aprendiendo a hacer rakú desnudo, y la verdad es que me ha picado el tema, pero claro, sin horno apropiado no se puede hacer.







Así que con la fibra que nos sobró del horno de gas, una malla metálica, unos botones de gres y el quemador, nos hicimos este horno.

Energéticamente hablando es mucho peor que el otro, ya que sólo tiene una vuelta de fibra, lo que hace que pierda calor, pero sube como un cohete a los 800-900º requeridos.


 


Y ¿qué más necesitábamos? Pues unas pinzas. Y como no las teníamos, nos las fabricamos.
Ya metidos a la faena, pues nos hicimos dos distintas. Las dos funcionan muy bien.





 Ahora si que podíamos empezar a hacer rakú desnudo. Disponíamos ya de todo lo necesario: horno, quemador, pinzas, guantes, serrín y agua.







...Pero lo del rakú desnudo, lo pospongo para la próxima entrada...